jueves, 21 de abril de 2011



“Le temo a una jaula, a permanecer tras unos barrotes hasta que por costumbre y edad los acepte, y que toda posibilidad de valor se halla ido mas allá del recuerdo o del deseo”
Eowyn of Rohan


La Dama de Rohan

♥LA DAMA DE ROHAN♥

Éowyn («amante de los caballos» en anglosajón) es un personaje de la novela fantástica El Señor de los Anillos, de J. R. R. Tolkien. Es una noble de Rohan; hermana del mariscal Éomer, que llegó a ser rey de los rohirrim; e hija de Éomund y Théodwyn, la hermana del rey Théoden.


Éowyn nació en el año 2995 de la Tercera Edad del Sol. Su padre Éomund murió cuando ella tenía siete años, persiguiendo a una banda de orcos en 3002 T. E.; y su madre Théodwyn enfermó y también murió poco después. El rey Théoden de Rohan, tío materno de Éowyn, la adoptó junto a su hermano Éomer, tratándolos desde aquel momento como si hubieran sido sus propios hijos. 
Es una mujer valiente y luchadora que no puede quedarse sin hacer nada para ayudar a su pueblo, yendo a la batalla en contra de las órdenes de su tío el rey. En la versión original del libro, Éowyn se designa a sí misma “Shieldmaiden of Rohan”: una «doncella escudera» de Rohan. 

Durante parte de su vida adulta se vio con la obligación de cuidar de su decrépito tío Théoden, hechizado por Saruman y convertido en un anciano que apenas se tenía en pie. Éowyn le quería profundamente, pues era como un padre para ella, y por eso le dolía verlo convertido en un ser sin voluntad, habiendo sido antes valiente y honorable. Ante la decadencia de su casa, ansiaba otros horizontes donde hubiera valentía y honor. Por ello, cuando conoció a Aragorn, llegó a admirarlo tanto que creyó enamorarse de él.
Durante la Guerra del Anillo cuidó de su pueblo, primero en Edoras y luego en el Sagrario. Desde allí vio partir a Aragorn rumbo a los Senderos de los Muertos y le pidió que la llevase con él, a lo cual Aragorn gentilmente se negó. Tras esto, cuando las tropas de Rohan se preparaban para la batalla en Gondor, ella se disfrazó de hombre y se unió a los jinetes, llevando con ella al hobbit Merry, que también había sido dejado atrás en un intento de protegerle, puesto que ambos ansiaban intervenir en el decisivo combate. En la Batalla de los Campos del Pelennor se enfrentó al Rey Brujo con la ayuda de Merry, y le dio muerte. Sobre éste, el elfo Glorfindel había profetizado años antes que no caería «por mano de hombre» y en efecto murió a manos de una mujer y un hobbit.

Éowyn quedó gravemente herida al haber recibido el aliento del nazgûl, por lo que fue llevada a las Casas de Curación de Minas Tirith, al cuidado de Ioreth, y allí fue curada con athelas por Aragorn mientras estaba inconsciente. Allí estaba también Faramir, y en los días en que ambos se recuperaban de sus heridas surgió entre ellos el amor, y la melancolía la abandonó para siempre. Una vez terminada la Guerra del Anillo se desposó con éste, con quien tuvo un hijo, Elboron. Residió junto a él en Emyn Arnen, renunciando a la guerra y consagrándose como una gran curadora.




“Tenía un rostro muy hermoso y largos cabellos que parecían un río dorado. Alta y esbelta era ella en la túnica blanca ceñida de plata; pero fuerte y vigorosa a la vez, templada como el acero, verdadera hija de reyes. Así fue como Aragorn vio por primera vez a la luz del día a Éowyn, Señora de Rohan, y la encontró hermosa, hermosa y fría, como una clara mañana de primavera que no ha alcanzado aún la plenitud de la vida”.
J. R. R. Tolkien, «El rey del Castillo de Oro» en El Señor de los Anillos.